¿Cuantas veces te has propuesto ser feliz en la vida? ¿Te has puesto a pensar que quizá lo único que te ha hecho falta para alcanzarla es insistir?
La única diferencia entre aquellos que son felices y quienes no lo son, es que los primeros han insistido en alcanzar la felicidad y mantenerla.
Muchas personas creen que la felicidad es algo que se da sin buscar. Ignoran que como lo dije en un artículo anterior, la felicidad es una filosofía de vida. En otras palabras, ser feliz es algo que se practica a cada instante, de acuerdo a principios que vamos aprendiendo y que sabemos que nos permiten ser dichosos.
El camino para llegar a ser feliz en la vida no es ni largo ni corto sino perseverante. Debes usar la táctica del leñador. ¿La táctica del leñador? ¡Así es!
Al igual que un leñador no derrumba un árbol en el primer intento, pero insiste una y otra vez hasta lograrlo, nosotros necesitamos entender que la felicidad solo se deja alcanzar por aquellos que se atreven a conquistarla. Sólo las personas que no se dan por vencidas y no aceptan de la vida un NO por respuesta, son las que logran su objetivo.
Contrario a lo que vemos en películas y cuentos, la felicidad no se da por un amor que llegó a nosotros o por haber cumplido un sueño en concreto. La felicidad llega porque se le ha conquistado en cada área de la vida. Requiere de nuestro esfuerzo, y esa precisamente es la razón por la que muchos no la alcanzan:
Muchos desean ser felices pero no están dispuestos a pagar el precio que la vida pide. No hay felicidad sin esfuerzo consciente.
Volviendo a la parte donde les comentaba que para ser feliz debemos usar la táctica del leñador. Me parece importante resaltar que cuando un leñador ve un gran árbol, lo primero que sabe por experiencia es que entre más grande sea este árbol, mayor esfuerzo llevará.
Sabe que no es imposible conseguirlo, que sólo es cuestión de tiempo, de no darse por vencido e insistir. Sabe que a veces hay que parar para descansar, para afilar sus herramientas, pero no por eso se deprime. El leñador está consciente que el árbol no ha caído pero lo conseguirá porque lo único que lo podría detener es que él dejara de insistir.
De igual forma, nosotros tenemos un gran árbol por conseguir: el árbol de la felicidad. Para conseguirlo sólo necesitamos dos cosas: ser insistentes y afilar nuestras herramientas.
Este blog por decirlo de alguna manera, quiere ayudarte a afilar tu mente para que puedas conquistar la felicidad. Recuerda que ser feliz es una filosofía de vida… es algo que se consigue aplicando ciertos principios que viven en nuestra mente, y que al practicarlos a cada instante terminan consiguiendo derribar el árbol que tanto deseamos.
No hay que lamentarnos por los retos que la vida nos pone, ni por lo difícil que ha sido para nosotros vivir. Lamentarse no nos ayudará a cambiar los hechos ni resolverá nada. Mejor cultivemos la paciencia y grabemos bien en nuestra mente que persistir es la clave de todo.
Los Grandes Logros, Fueron Sólo Pequeñas Acciones De Aquellos Que Fueron Persistentes
Aquí un breve vídeo que ilustra muy bien lo que dice la frase
Y bueno, como siempre, sólo me queda agradecer que hayas leído el post y pedirte de nueva cuenta que si te ha gustado me dejes un comentario y lo compartas en tus redes sociales. Si quieres leer más artículos similares, puedes guardar nuestro blog en tus favoritos o agregarnos a tu red social favorita.
Un abrazo!
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